martes, 27 de julio de 2010

LA ELECCIÓN DE LA MATERNIDAD

A estas alturas de mi vida y como pueden imaginar son cientos el número de familiares, amigos y conocidos, que me han hecho la misma pregunta ¿Cuándo vas a ser madre? Parece que ser mujer trae consigo implícito la palabra maternidad, y yo no he tenido ninguna predisposición natural: no me gustan los niños y no me atrae la idea.

El instinto maternal, se presupone como el valor en los soldados, pero no todas las mujeres estamos llamadas, a priori, a la maternidad. Cuando de pequeñas la mayoría de mis amigas jugaban a cuidar a sus pequeños muñecos como si fueran bebes, yo jugaba a vestirme, maquillarme, posar y mirarme ante el espejo, o peor aún, salia a subirme a los arboles, a hacer de guerrera con flechas incluidas, a cualquier cosa...menos a cuidar a un muñeco.

La diferencia con el resto de los mamíferos, es que las mujeres podemos renunciar a ser madres, tenemos la posibilidad de elegir. Pero, al igual que cualquier otro mamífero amamanta, lame y da calor a sus crías de manera natural, también a nosotras se nos despiertan sentimientos de proteger y mantener la vida de nuestro bebé (al menos de forma general). Durante el embarazo y después del parto nuestro cuerpo se pone en funcionamiento (física y emocionalmente) para despertar nuestro "instinto maternal". Los sueños sobre nuestro hijo, nuestros temores, la planificación, la preparación del nido, la subida de la leche, etc., nos equipan naturalmente para ser madres, pero en el ser humano el componente cultural, histórico y social tienen un peso que no existe en otras especies.

El psicoanálisis cree que el deseo de tener un hijo no responde a una necesidad vital de las mujeres, sino que es necesidad particular de cada mujer, dependiendo del fondo de armario de su pensamiento y manera de entender la vida. Así tendría sentido que muchas mujeres opten por disfrutar de su feminidad, renunciando a su posible maternidad, ya que esta se asocia al sacrificio y a una responsabilidad obligada.

Además no sé si ese instinto o falta de él viene también dado por la pareja que tengas al lado....,quizás algo en nuestro interior nos haga entender que esa persona que comparte nuestra vida no será el padre de nuestros hijos, porque debe reunir imagino ciertas cualidades especiales que despierte en ti ese posible interés por perpetuar nuestra especie.

Ahora bien será cuestión de seguir investigando, si definitivamente no tengo ese instinto o no encontré el hombre que lo despertase. " Quizás sea una Pantera en libertad"

0 comentarios:

Publicar un comentario