viernes, 18 de junio de 2010

EL HADA Y EL DRAGÓN DE HIELO



De ser un personaje de ficción, tengo muy claro lo que sería, sería "un hada", seguramente porque en mis sueños infantiles siempre pude volar a lugares, lejanos, inhóspitos e insospechados, quizás gracias a esa fantasía desbordante de la que estaba dotada.






La sensación de libertad cuando vuelas en sueños es tal, que lo único que quieres es seguir volando, seguir explorando, seguir disfrutando de esa sensación del viento, en ciertos momentos frío y en otras mucho más cálido que acaricia tu cara, es tan placentera esa sensación, y la tengo tan presente.....




Pero claro con los años esa imaginación, deja paso a una realidad, que atrofia nuestra mente y hace que esos sueños se den con menos asiduidad de la realmente deseable, quizás las hadas también necesitemos engrasar nuestras alas, para no caer en picado.


Ahora es más común que vuele despierta, que en sueños...¿Será esto más preocupante?



El hada de la infancia, era inocente, y sus vuelos eran de puro reconocimiento, de lugares fantásticos, y personajes de ensueño...., el hada adulta que habita en mi, por el camino perdió mucho de su inocencia, tanto que incluso a veces le veo pequeños toques de perversión...., que más que disgustarme me agradan, es más, ¡Uf que horror! Si llegase a tener poderes reales, porque pondría todas mis armas al servicio de mis propósitos, aunque en cierta medida, quizás lo haga, ya que puedo ser simpática, traviesa, seductora, dulce, tentadora...., desafiante, guerrera, incluso malévola, todos estos adjetivos pueden encajar, pero en el amor y en la guerra todo vale ¿No?


Sólo hace falta, alguien a quien no le asuste volar.......












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